Desarrollando la Conciencia Emocional en Jardín: El Rincón de la Calma
- Christine Taunton Engel
- hace 2 horas
- 2 Min. de lectura
Por Coordinadoras de Familia de Jardín
En nuestras aulas de Jardín, los alumnos han estado aprendiendo herramientas poderosas para la autorregulación emocional mediante el Rincón de la Calma. Este espacio especialmente designado —ubicado en las aulas, en áreas de aprendizaje compartidas e incluso durante el recreo— proporciona un entorno propicio para que los niños se tomen un descanso, reflexionen y gestionen sus emociones.
En el Rincón de la Calma, los niños exploran estrategias como ejercicios de respiración, herramientas sensoriales e indicaciones visuales que los ayudan a procesar una amplia gama de emociones, desde la ira y la tristeza hasta la emoción y la alegría. Estas herramientas los guían a reconocer cómo se sienten y qué podrían necesitar en ese momento.
Después de calmarse, los estudiantes utilizan el modelo del Carro del Comportamiento Total para reflexionar sobre sus acciones, evaluar sus necesidades y decidir cómo volver a conectar con sus compañeros o actividades. Este proceso fomenta la independencia, la autoconciencia y una comprensión más profunda de las experiencias emocionales.
El Rincón de la Calma se ha convertido rápidamente en una parte valiosa de la jornada escolar, ayudando a los estudiantes a desarrollar resiliencia emocional y a retomar el aprendizaje con mayor concentración y conexión.
Building Emotional Awareness in Kindergarten: The Calm Corner
By Kindergarten Family Coordinators
In our Kindergarten classrooms, students have been learning powerful tools for emotional self-regulation through the use of the Calm Corner. This specially designated space—found in classrooms, shared learning areas, and even during recess—provides a supportive environment for students to take a break, reflect, and manage their emotions.
At the Calm Corner, children explore strategies such as breathing exercises, sensory tools, and visual prompts to help them process a wide range of emotions, from anger and sadness to excitement and joy. These tools guide students in recognizing how they feel and identifying what they might need in the moment.
After calming down, students use the Total Behavior Car model to reflect on their actions, evaluate their needs, and decide how to re-engage with peers or activities. This process encourages independence, self-awareness, and a deeper understanding of emotional experiences.
The Calm Corner has quickly become a valued part of the school day, helping students build emotional resilience and return to learning with greater focus and connection.
