Our integrated project: “It’s a Small World” has taken us to amazing places like Egypt, Mexico, China, Israel, the United States, and this time, Australia. This country became the perfect scenery to develop engaging and meaningful activities that enriched our students’ learning process.
In the shared classroom, our goal was to provide students with a calm and funny atmosphere where the protagonist was the Australian wildlife. We created a “reading corner” simulating a campsite in the Australian Outback. A small tent, some trees, and animals in the background, as well as a paper-made bonfire with some cushions around, invited children to sit down “by the fire” and read a book or play. We arranged some books related to Australian animals, which kept students connected with the project.
The learning objective set was to get to know the most representative animals in Australian wildlife, developing language skills. To do so, students were exposed to the vocabulary through an action song that involved movement and pronunciation, relating every animal to an action.
For the development of fine motor skills, students made models of koalas and platypuses using different materials, reinforcing cutting and painting. Also, they painted kangaroos using a dot painting technique, recognizing this Australian aborigines’ tradition.
In order to reinforce everything they learned, students worked on different activities in a set of centers where they found a memory game, tracing exercises, puzzles, and a set of flashcards to make sequences. This way students were able to practice math skills as they practiced the vocabulary.
In the end, as a closure for this chapter in our project, students participated in an “Explorer Camp” where they completed four challenges to receive an animal badge. The challenges involved movement circuits and handcrafts, giving students the opportunity to enhance gross and fine motor skills.
It was a great adventure and we are going for more!
Laura Vaquen Bilingual Shared Classroom Teacher of Prekindergarten
Resumen: Nuestro proyecto integrado: “It’s a Small World” nos ha llevado a lugares increíbles como Egipto, México, China, Israel, Estados Unidos y, en esta ocasión, Australia. Este país se convirtió en el escenario perfecto para desarrollar actividades interesantes y significativas que enriquecieron el proceso de aprendizaje de nuestros estudiantes.
En el aula compartida, nuestro objetivo era proporcionar a los alumnos un ambiente tranquilo y divertido donde la protagonista fuera la fauna australiana. Creamos un “rincón de lectura” simulando un campamento en el interior de Australia. Una pequeña carpa, algunos árboles y animales de fondo, así como una fogata de papel con unos cojines alrededor invitaban a los niños a sentarse “junto al fuego” a leer un libro o jugar. Organizamos algunos libros relacionados con animales australianos, que mantuvieron a los estudiantes conectados con el proyecto.
El objetivo de aprendizaje planteado fue conocer a los animales más representativos de la fauna australiana, desarrollando habilidades lingüísticas. Para ello, los estudiantes fueron expuestos al vocabulario a través de una canción de acción que involucraba movimiento y pronunciación, relacionando cada animal con una acción.
Para el desarrollo de la motricidad fina, los alumnos realizaron modelos de koalas y ornitorrincos utilizando diferentes materiales, reforzando el corte y la pintura. Además, pintaron canguros utilizando una técnica de pintura de puntos, reconociendo esta tradición de los aborígenes australianos.
Para reforzar todo lo aprendido, los alumnos trabajaron en diferentes actividades en unos centros de interés donde encontraron un juego de memoria, ejercicios de trazado, rompecabezas y un juego de tarjetas para hacer secuencias. De esta manera, los estudiantes pudieron practicar las habilidades matemáticas mientras practicaban el vocabulario.
Al final, como cierre de este capítulo de nuestro proyecto, los estudiantes participaron en un “Campamento de exploradores” donde completaron cuatro desafíos para recibir una insignia de animal. Los desafíos involucraron circuitos de movimiento y manualidades, brindando a los estudiantes la oportunidad de mejorar las habilidades motoras gruesas y finas.
Fue una gran aventura y vamos por más!!!
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