En un mundo donde las interacciones humanas son constantes y complejas, la Teoría de la Elección de William Glasser ofrece una perspectiva liberadora: "El único comportamiento que puedo controlar es el mío". Este axioma, fundamental en la teoría de Glasser, se convierte en una guía poderosa para entender cómo nuestras acciones y reacciones pueden moldear nuestra experiencia de vida. Acompáñame a explorar este principio y descubrir cómo puede influir positivamente en nuestra cotidianidad.
Desentrañando el Axioma
William Glasser, psiquiatra estadounidense, desarrolló la Teoría de la Elección en los años 60, proponiendo que nuestro comportamiento es una elección consciente y que todos los seres humanos buscan satisfacer cinco necesidades básicas: supervivencia, amor y pertenencia, poder, libertad y diversión. El axioma "El único comportamiento que puedo controlar es el mío" enfatiza la responsabilidad personal y la autorregulación.
Este principio se puede descomponer en varios aspectos clave:
Autonomía Personal: Nos recuerda que, a pesar de las circunstancias externas, tenemos el poder de elegir nuestras respuestas. Esta perspectiva nos otorga un sentido de autonomía y empoderamiento.
Responsabilidad: Al asumir que solo controlamos nuestro propio comportamiento, dejamos de culpar a otros por nuestras emociones y acciones, fomentando una actitud de responsabilidad personal.
Enfoque Interno: Nos anima a centrarnos en nuestro crecimiento y bienestar, en lugar de tratar de cambiar o controlar a los demás.
Aplicaciones Prácticas del Axioma
Este axioma tiene una amplia gama de aplicaciones prácticas en nuestra vida diaria. Aquí hay algunas formas en que podemos implementarlo:
1. Relaciones Interpersonales
En nuestras relaciones, a menudo deseamos que los demás actúen de cierta manera para sentirnos mejor. Sin embargo, la Teoría de la Elección nos invita a reflexionar sobre nuestras expectativas y a centrarnos en lo que podemos cambiar: nuestra propia conducta. Por ejemplo, en lugar de insistir en que nuestra pareja sea más cariñosa, podemos elegir ser más abiertos y afectuosos, creando un ambiente más positivo que puede inspirar cambios en la relación.
2. Manejo del Estrés
El estrés es una respuesta a las percepciones de amenaza o desafío. Al aceptar que no podemos controlar los eventos externos, pero sí nuestra reacción ante ellos, podemos desarrollar estrategias más efectivas de manejo del estrés. Técnicas como la meditación, la respiración consciente y la reestructuración cognitiva son herramientas que nos ayudan a controlar nuestra respuesta emocional.
3. Desarrollo Personal
Este axioma nos motiva a enfocarnos en nuestro propio crecimiento. Al asumir la responsabilidad de nuestras acciones y decisiones, podemos identificar áreas de mejora y trabajar en ellas. Establecer metas personales, buscar educación continua y practicar la autorreflexión son maneras de fomentar nuestro desarrollo.
Un Ejemplo Inspirador
Consideremos la historia de Ana, una gerente de proyecto que enfrentaba constantes desafíos en su equipo. En lugar de intentar controlar cada detalle del comportamiento de sus colegas, decidió enfocarse en su propia actitud y métodos de comunicación. Ana comenzó a practicar la escucha activa y a ofrecer retroalimentación constructiva. Con el tiempo, su equipo respondió positivamente, mejorando la colaboración y la productividad.
En conclusión, el axioma "El único comportamiento que puedo controlar es el mío" de la Teoría de la Elección de William Glasser nos ofrece una poderosa herramienta para la vida diaria. Al aceptar la responsabilidad de nuestras propias acciones, podemos transformar nuestras relaciones, manejar el estrés de manera más efectiva y fomentar nuestro desarrollo personal. En última instancia, este principio nos guía hacia una vida más consciente y equilibrada.
En Colegio Rochester, vivimos este axioma como un principio fundamental de nuestra filosofía educativa. Fomentamos en nuestros estudiantes la responsabilidad personal y la autorregulación, enseñándoles que el control sobre sus acciones y reacciones es clave para su crecimiento y éxito. A través de actividades y dinámicas en el aula, promovemos la reflexión sobre cómo sus decisiones afectan su entorno y les brindamos herramientas para gestionar sus comportamientos de manera consciente. Este enfoque no solo fortalece la autonomía y el empoderamiento personal de cada alumno, sino que también crea un ambiente escolar positivo y colaborativo donde cada miembro asume la responsabilidad de contribuir al bienestar común.
Sandra Borrero Ortiz
Coordenador de Marketing
Colégio de Rochester