el agua es uno de nuestros recursos más preciados. Es cierto que el 71% de nuestro planeta está cubierto por agua, sin embargo, el 97.5% de esa agua es salada y, por ende, no apta para el consumo humano. Sólo el 2.5% del agua es dulce y casi el 2% se encuentra en forma de hielo. Esto nos deja sólo cerca del 1% del agua del planeta apta para el uso de todos. Colombia es un país privilegiado en este sentido pues posee el 50% de los páramos de todo el mundo, los cuales son considerados fábricas de agua y vida. Considerando que cada persona en nuestro planeta necesita agua para sobrevivir, resulta extraño que muchos de nosotros aún no vemos ningún problema en dejar el grifo del agua abierto al cepillar nuestros dientes, o tomamos largas duchas con agua caliente, pero nos defenderíamos ferozmente si alguien quisiera robar nuestras reservas de crudo, por ejemplo. En este sentido, y teniendo en cuenta la cantidad limitada del preciado líquido, lo único que suena sensato para una una civilización avanzada como la nuestra, es la conservación.
Conservar el agua significa hacer uso del recurso inteligentemente y cuidarla de manera apropiada. Ya que cada uno de nosotros dependemos de ésta para sostener nuestra vida, es responsabilidad de todos aprender más sobre la conservación del agua y cómo podemos ayudar a mantener nuestras fuentes de agua limpias y seguras para nuestra generación y las generaciones por venir. La conservación del agua no es sólo misión de un grupo de científicos, ecologistas, oficiales del gobierno, técnicos, edafólogos, hidrólogos, silvicultores, administradores de vida silvestre, científicos de plantas, urbanistas, administradores de parques, agricultores, ganaderos o propietarios de minas.
Por esa razón, el Colegio Rochester ha tomado decisiones determinadas para enseñar, promover, ejemplificar y liderar proyectos de conservación y ahorro del agua en su área de influencia, Colombia. Para el Colegio, el cuidado y uso racional del recurso hídrico es de altísima prioridad. Es por eso que dentro de su campus, se construyó una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, con la cual no sólo se logra un ahorro mayúsculo en el consumo de agua que llega a niveles del 35%, sino que también se cuida el resto de la naturaleza al evitar el vertimiento de aguas residuales a las fuentes de agua naturales alrededor de su campus. De esta manera, contribuye a la preservación del medio ambiente en términos generales.
Lo más positivo es que niños y jóvenes entre los 4 y los 18 años de edad son testigos del proceso y aprenden de primera mano cómo pueden ellos continuar con la conservación del agua durante toda su vida, pues el tema es transversal y hace parte del currículo desde el primer año de escolaridad hasta que los estudiantes se gradúan. Éste gran propósito institucional hace del Colegio Rochester un colegio único.
Ubicación
Autopista Norte Km 15 Vereda Fusca Chía, Cundinamarca Colombia 250008
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