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¡Dile adiós a la ansiedad de la cuarentena con estos tips!


Sí, la cuarentena es una situación excepcional y estresante. Tanto los adultos como los niños estamos viviendo una amenaza potente y latente a diario. Bajo ese escenario no resulta fácil atender necesidades básicas de supervivencia junto a  actividades como el teletrabajo, clases virtuales, tareas domésticas y el cuidado emocional de la familia completa.

Este es un momento para estar muy alertas como padres porque los niños podrían ser los más afectados a causa de los cambios en rutinas y hábitos, por compartir el mismo espacio con necesidades diferentes, sumado a la aparición de sentimientos de impotencia y pérdida de la sensación de control. Es por eso que hoy más que nunca seamos conscientes de que necesitamos detenernos un momento para decantar nuestras propias emociones y así manejar adecuadamente la de nuestros niños.

Te invito a tener en cuenta los siguientes tips base:

  1. Reconocer el escenario: Entender que ninguno de nosotros estaba preparado para una situación de esta magnitud. Sentirse frágil o impotente está permitido, ¡no necesitas ser un héroe!. No olvides aceptar que es un momento para pensarnos en comunidad como ciudadanos sistémicos, sólo así saldremos triunfantes de la situación que estamos atravesando.


  1. Elegir conscientemente: Nuestra imagen ideal en este momento es cuidar a nuestra familia y mantenernos saludables para mantener fuera de casa el Covid-19. Para lograrlo es importante hacer elecciones que nos permitan acercarnos efectivamente a dicha imagen. Recuerda además que con el ejemplo le enseñarás a los más pequeños a cuidarse mejor.

  2. Trabajar en equipo: Es muy importante visualizar a la familia como un equipo. Expresar abiertamente que sólo trabajando unidos se alcanzará el éxito reforzará conceptos positivos para todos los integrantes. Es importante entonces establecer acuerdos sobre roles, responsabilidades y lo que se espera de cada uno. Contar con metas claras hará de la convivencia una oportunidad para sentirnos tranquilos, seguros y exitosos.

  3. Conversaciones preventivas: No siempre podemos evitar los miedos y las preocupaciones de nuestros niños, pero podemos preguntarles si algo les preocupa y así orientarlos con claridad y positivismo. Ser concretos es fundamental por lo que es preciso ejemplificar acciones útiles que contribuyan a atenuar sus temores antes de que se vuelvan verdaderos monstruos para ellos.

  4. Emociones afuera: ¡Hablar es reconfortante! Al hablar de sus emociones podremos ayudarlos a salir de aquellas que les resultan poco placenteras y así enseñarles que siempre podemos hacer algo saludable para sentirnos mejor. Se trata de reconocer las emociones, pero no reforzar aquellas incómodas. Un buen ejercicio es imaginar juntos la situación a la que tanto temen enfrentar y discutir con preguntas sobre las imágenes que el niño tiene al respecto. Posteriormente es preciso buscar formas saludables de enfrentar dicha situación (juegos de roles). La idea es que puedan visualizar comportamientos que les permitan combatir aquel temor presente. 

  5. El espejo: Los padres somos un modelo de solución de conflictos y de control emocional. No hay que olvidar que la forma en cómo abordamos lo que está sucediendo es un referente para la manera en que nuestros hijos resolverán sus inquietudes durante la cuarentena.

El Colegio Rochester destaca por ser el único Colegio de Calidad Glasser de Colombia. Nuestra filosofía educativa, basada en la Teoría de la Elección, involucra diversas necesidades humanas que, como comunidad, tenemos en cuenta dentro y fuera del aula. A continuación encontrarás una guía detallada e indispensable para abordar los efectos de esta pandemia.


1. Satisfaciendo nuestras necesidades de supervivencia:

  1. Expliquemos a nuestros niños de manera didáctica, qué significa este virus y cómo podemos combatirlo. Existen videos interesantes, cortos e ilustrativos en la internet que pueden ayudarnos a esto. (revisemos primero y evaluemos si es o no apropiado para el niño).

  2. Enseñemos una rutina clara, específica de autocuidado (lavado de manos, higiene de alimentos y distanciamiento prudente de personas ajenas a nosotros).

  3. Hablemos con nuestros hijos sobre aquellos comportamientos con los que nos sentimos inquietos porque su seguridad puede estar en riesgo. Expliquemos cuál es la razón de  la inquietud y qué esperamos de él en ese caso.

  4. Nuestros niños requieren de rutinas y horarios claros para responder al trabajo escolar que realizarán en casa como parte de sus responsabilidades académicas, al igual que nosotros con nuestras responsabilidades laborales. 

  5. El manejo de estas rutinas no implica que debemos sacrificar nuestra relación con ellos para asegurar el cumplimiento de los deberes escolares.

  6. No pasa nada si en algún momento no logramos responder a las clases virtuales propuestas por el colegio, tendremos la orientación constante del grupo docente para aclarar todas las dudas, para conocer lo que se espera y para obtener la grabación del espacio no logrado. No permitamos que esto sea un momento para discutir con los hijos y demás miembros de la familia, el colegio busca unirnos y darnos herramientas para ser exitosos, no para invitarnos a la discusión y a los malos momentos.

  7. Si nuestros niños conocen de antemano lo que se espera de ellos y en qué momento, se sentirán más tranquilos y seguros (por supuesto los adultos también).

  8. Destinemos espacios para que hagamos ejercicio con los niños, ellos pueden dedicarse a ello todo el día, pero muchos de nosotros nos desesperamos pensando que el movimiento y el ruido de los niños es perturbador.  Por el contrario, el que los niños tengan movimiento es sano no solo para su cuerpo sino también para su salud mental. Unámonos a ellos.

  9. Organicemos los snacks del día, el elegir alimentos y nosotros verificar si son los adecuados. La alimentación saludable es importante siempre y en este momento mas.

2. Satisfaciendo nuestras necesidades de poder:

  1. Recordemos que para satisfacer esta necesidad es muy importante sentirnos respetados, por eso en el día a día con nuestros niños en casa es necesario dejar de lado el uso de los hábitos destructivos como la culpa, el sermón, la crítica, las amenazas o el castigo. Cuando nos relacionamos con estos comportamientos, los niños se sienten tachados, poco tenidos en cuenta y con poca participación en la democracia del hogar, donde todos podemos opinar y al mismo tiempo todos nos comprometemos a actuar de manera tal que todos ganemos (trabajo en equipo). Estamos en un momento de fuertes tensiones y fácilmente podemos caer en ello, los niños resienten este tipo de comportamientos y actúan para protegerse, así que necesitaremos trabajar para acercarnos y no para alejarnos de nuestros seres queridos.

  2. Permitámosle a los niños opinar, preguntemos qué piensan, qué creen, qué se les ocurre, cómo podrían ayudar. Cuando siento que mis opiniones son válidas, son escuchadas y tenidas en cuenta a partir de la conciliación con las de los demás, puedo satisfacer mi necesidad de poder.

  3. Celebremos con ellos lo que están logrando, verlos actuar y desenvolverse con efectividad en las clases virtuales, en un segundo o tercer idioma, es una buena oportunidad para reconocer sus logros y para apoyar el trabajo del equipo docente.

  4. Si nuestros niños se sienten importantes y saben que lo que están haciendo llama nuestra atención, estaremos todos trabajando para que esta necesidad se perciba satisfecha.

  5. Evitemos la sobreprotección, recuerde que hacer por ellos lo que ya pueden hacer por sí mismos es enseñarles que el poder se obtiene tachando al otro y no colaborando por el bienestar del otro. Invitar a los niños a tener un rol importante es necesario (recojo o pongo la mesa, llevo mi ropa sucia al canasto, ordeno mis juguetes, etc).

3. Satisfaciendo nuestras necesidades de libertad:

  1. Durante esta época particular, posiblemente nuestra necesidad de libertad no vamos a lograr satisfacerla de la mejor manera, intentar salir del control externo con respecto a las normas establecidas para salvaguardar nuestra salud no es adecuado ni prudente.

  2. Posiblemente la poca satisfacción de esta necesidad por estos días, es lo más difícil para nosotros y las respuestas emocionales pueden verse exacerbadas. 

  3. Poder expresarnos con tranquilidad, sentirnos libres de opinar, puede ayudarnos a vivir la libertad que tanto anhelamos. Escucharnos será indispensable en este momento, atender a las necesidades de cada uno.

  4. Posiblemente esta situación en casa nos lleva a impedir que otros opinen y participen libremente por buscar controlar a las personas que estarán con nosotros.

  5. Seamos creativos, busquemos hacer las cosas de forma diferente.

  6. Permitamos en casa las elecciones, no todo podrá ser anticipado.

4. Satisfaciendo nuestras necesidades de diversión:

  1. No podemos olvidar que la actividad más importante para un niño es el juego, Jugar es encontrar espacios divertidos que permitan aliviar las tensiones y preocupaciones que hoy en día nos embargan. El juego dirigido y el juego espontáneo nos permite mantenernos sintonizados con lo más importante, con la persona. La tecnología, es una herramienta fantástica para mantenernos informados y para responder en tiempo real a las responsabilidades académicas y laborales, pero la tecnología no puede ser la herramienta que sustituya nuestro tiempo con los niños. Ellos requieren movimiento durante el día. Podemos en diferentes páginas de internet, encontrar ideas para realizar actividades motoras con los niños, juegos divertidos, creativos y actividades culturales y demás que les permitirán sentirse a gusto y a nosotros conectados con sus necesidades, con sus intereses y con sus emociones.

  2. Recordemos que el juego siempre será una oportunidad de aprendizaje.

  3. Si juegan tendrán mayor interés por conocer y se sentirán conectados todo el tiempo con aquella persona que disfruta su juego.

  4. Los niños extrañan el no estar en sus colegios en gran parte por los espacios de recreación, así que será un reto maravilloso pensarnos como adultos divertidos, que conocen de los intereses y gustos de los niños para conectarnos desde el juego y para que nos vean no solo como figuras protectoras sino como adultos que saben conectarse con lo más siempre y maravilloso de la vida, disfrutar la compañía de los demás.

  5. No olvidemos que el juego también es una herramienta para que los niños expresen sus emociones y así podemos monitorear cómo se están sintiendo, qué están pensando y por supuesto para conectarnos emocionalmente con ellos. La salud física y mental estarán siempre de la mano.

  6. Con el juego estarán menos aburridos y evitaremos que lleguen incluso a tornarse molestos o agresivos.

  7. Jugar también los ayuda a organizarse, autoregularse, a establecer normas y hábitos de convivencia.

5. Satisfaciendo nuestras necesidades de amor y pertenencia:

  1. Busquemos expresar nuestro cariño, hablemos con ellos sobre lo importante que son para nosotros, permanezcamos con ellos en escenarios diferentes al acompañamiento académico, compartamos con ellos algo que les guste: un juego, una película, una lectura, antes de dormir.  Agradezcamos a su lado su salud, su sonrisa, su ánimo, su alegría, sus aprendizajes, su colegio y las personas que lo aman.

  2. Permítale conectarse en línea en estos días con algunos de sus amigos (supervise), para que hablen de lo que han vivido, para que vean sus casas, para que no se sientan alejados de ellos. Recordemos que la amistad es una forma maravillosa para sentirnos amados libremente sin ninguna condición.

  3. Evite el control externo, gritar, prohibir, la coerción, todos estos comportamientos nos alejan del amor, haga acuerdos, tenga en cuenta sus intereses, muéstrele los suyos.

  4. Tengamos en cuenta los hábitos constructivos aprendidos en nuestro colegio: Conciliar, confiar, respetar, escuchar, animar, aceptar y apoyar. Si estos hábitos enmarcan nuestras relaciones, nos sentiremos amados y aceptados.

  5. Trabajemos sobre la empatía, ver al otro desde lo que piensa y siente le permite no solo sentir que brinda amor sino que también otro es feliz a partir de la forma en que él lo tiene en cuenta.

  6. Invítelo a pensar en las necesidades de otros y cómo nosotros como familia podemos ayudar. Invítelo a pensar en qué necesitan en este momento sus abuelos, las personas que colaboran en casa y muchos otros que en estas circunstancias pueden verse desprotegidos.

  7. Recordemos que el amor se satisface con acciones y con palabras.


Hoy la vida nos pone a prueba, nos invita a pensarnos, a mirarnos y a amarnos. Nuestros hijos, nuestro mayor tesoro, nuestra familia nuestra fuente de amor, aprendizaje y soporte. Nuestro colegio: el segundo hogar….estamos para ustedes.

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