top of page

Ser confiable como mamá o papá | Parte 2

Actualizado: 24 may




En la primera parte de este capítulo, expuse algunos asuntos de desarrollo que genera la sobreprotección, la coerción y la sobreexposición a dispositivos electrónicos. Ahora explicaré algunas ideas de cómo ayudarle a nuestro hijo a desarrollarse óptimamente.


Cada hijo es muy particular, incluso siendo expuesto a las mismas estrategias y formas de crianza, y habiendo recibido la mitad del material genético del papá y de la mamá. Pensando en la genética, cada hijo recibe una combinación de las necesidades básicas genéticas de ambos padres, lo cual nos puede dar una indicación de lo que  necesitará a través de su vida, más allá de sus gustos e intereses. Eso nos ofrece un marco conceptual para tener y mantener relaciones satisfactorias para el(la) hijo(a). Por ejemplo, podría heredar una necesidad alta de libertad (autonomía) del papá y alta de poder (reconocimiento) de la mamá, para lo cual es importante darle opciones de dónde pueda elegir según su edad (satisfactorio de libertad, autonomía) y que sean logrables según su habilidad (satisfactorio de poder, ser competente). Si cada uno de los padres tiene 5 necesidades básicas genéticas, y cada necesidad tiene 5 niveles de intensidad, hay múltiples combinaciones posibles para el(la) hijo(a).


Necesidades básicas genéticas


El Dr. William Glasser explica por medio de la Teoría de la Elección que los seres humanos tenemos al menos cinco necesidades inscritas en nuestro material genético, que cada uno tiene un perfil de intensidades específico que arma parte de nuestra personalidad y que son las grandes motivadoras de nuestros deseos y comportamientos. Expondré a continuación cómo saber la intensidad de la necesidad de cada hijo(a):


  • Supervivencia: Esta es la necesidad de sobrevivir, de mantenernos seguros y de reproducirnos. Tiende a ser alta cuando el(la) niño(a) se asusta con facilidad, le disgusta los juegos y el deporte de riesgo físico o donde perciba riesgo físico (ej. montaña rusa), disfruta de comer a horas fijas y tener el cuarto y utensilios escolares con un orden específico. Tiende a ser baja cuando disfruta de los deportes de aparente riesgo físico y por más que intenten los padres mantendrá su cuarto y cosas sin orden aparente, al no parecerle importante.

  • Afecto, amor: Esta es la necesidad de sentirse querido y de pertenecer al grupo familiar y a otros grupos. Tiende a ser alta cuando pide o busca frecuentemente expresión de cariño (abrazos, besos, palabras de cariño), cuando busca frecuentemente tener o estar con varios amigos(as) y cuando disfruta de estar en actividades donde están otras personas (clubes, asociaciones, deportes de trabajo en equipo). Tiende a ser baja cuando disfruta realizando actividades solo o con pocas personas, y no le gustan o le disgustan los abrazos y los besos.

  • Poder, ser competente: Esta es la necesidad de sentirse importante, valioso, apreciado y/o competente. A menudo se confunde con la de afecto (amor) pero es totalmente diferente. Tiende a ser alta cuando pide reconocimiento frecuentemente por algo que haya logrado, cuando busca realizar actividades competitivas y retadoras, cuando busca relucir o ser importante y único, cuando busca frecuentemente sentirse respetado por lo que hace o dice, o cuando busca frecuentemente ser el centro de atención. Tiende a ser baja cuando evita actividades competitivas, escucha más que habla, tiende a seguir instrucciones de otras personas (padres y maestros, por ejemplo) sin retarlas o controvertirlas, y se acomoda fácilmente a cambios en los niveles de retos o en roles que no requieren relucir. Los padres confunden esta necesidad frecuentemente porque sentirse apreciado es más para satisfacer la necesidad de poder que de amor, mientras que sentirse querido es para satisfacer la necesidad de amor.

  • Libertad, autonomía: Esta es la necesidad de sentirse libre y con opciones de dónde elegir. Cuando se busca satisfacer esta necesidad, normalmente se hace sin tener en cuenta a otras personas, lo cual es a menudo incomprensible para los padres. Tiende a ser alta cuando el(la) niño(a) reta continuamente las instrucciones u órdenes, y busca generar alternativas. Tiende a ser baja cuando le disgusta quedarse solo(a) y cuando sigue instrucciones y órdenes recurrentemente sin resistencia. Puede que un hijo la tenga alta al heredarla de uno de los padres y otro baja o moderada baja al heredarla del otro padre (papá o mamá).

  • Diversión: Esta es la necesidad de reírse, de disfrutar aprendiendo algo nuevo y de recrearse con alguna actividad. La diversión es la recompensa genética del aprendizaje. Es alta cuando se busca frecuentemente reírse o divertirse en cualquier situación o por medio de actividades específicas, como jugar, hacer chistes, reírse, aprender algo nuevo, crear algo nuevo, leer y estudiar algo que se disfruta, y aburrirse fácilmente. Tiende a ser baja cuando se disfruta hacer lo mismo una y otra vez, se tiene afecto plano sin demostrar emociones fácilmente, y le disgusta el cambio. Importante no confundir esta necesidad con la de supervivencia.


Tu hijo podría tener una combinación retadora de necesidades básicas genéticas para ti en la crianza, como al tener alta de amor, poder y libertad, ya que es alguien que buscará afecta y cariño en ocasiones, en otras reconocimiento e importancia, y otras querrá que lo dejen solo. El asunto es que estas necesidades básicas se satisfacen a través de lograr deseos específicos en cada momento por medio del comportamiento, pero es un deseo a la vez que busca satisfacer necesidades afines, como supervivencia y amor, pero no amor y libertad simultáneamente. Es decir, el(la) niño(a) podría buscar estar seguro y querido, pero no querido y libre simultáneamente. Por ejemplo, tu hijo podría desear estar jugando en el parque contiguo buscando satisfacer su necesidad de amor, seguridad y diversión, pero si te dice que te vayas o que lo dejes solo, seguramente está buscando satisfacer solo diversión.


Mientras que uno de tus hijos desea algo, otro podría desear otra. Sin embargo, si indagas un poco más, podrías encontrar que ambos buscan satisfacer necesidades afines y sería más sencillo que compartan una actividad. Por ejemplo, si ambos realmente necesitan satisfacer poder o ser importante, ambos podrían jugar un deporte contigo o algo competitivo. Si uno necesita divertirse y el otro amor, podrían también jugar algo juntos. Si uno necesitan libertad podría quedarse haciendo algo solo mientras que el otro que necesita amor podría ver televisión con uno de los padres.


La responsabilidad mayor de los padres es que los hijos menores de edad puedan satisfacer su necesidad de supervivencia y tener buena salud física. Es decir, los padres están a cargo de la supervivencia de sus hijos y de la calidad de su salud física. Por ello, el papá o la mamá están a cargo de proteger a su hijo, sin sobre protegerlo, y de que su cuerpo tenga lo que necesita, sin exagerar. Como su seguridad y supervivencia están a cargo de los padres, consultarles sobre su opinión acerca de temas relacionados con ello es realmente irrelevante y los niños deben entenderlo así. Por ejemplo, uno no conversa con el niño cuando un carro podría atropellarlo, o consultarle si comer un postre de almuerzo con una comida nutritiva. Eso conlleva a una gran responsabilidad de los padres y es capacitarse en las prácticas modernas de nutrición para niños y jóvenes, al igual que sus cambios en el ciclo circadiano (horario de sueño) y los diferentes rangos de edad. También es importante ir enseñando ese conocimiento y esas habilidades a sus hijos para que más adelante ellos se cuiden sin los padres.


La salud mental también impacta la salud física, razón por la cual también recomiendo que los padres se capaciten en cómo la satisfacción de las necesidades psicológicos de amor, poder, libertad y diversión impactan la salud mental y cómo esta genera asuntos físicos, como gastritis, caída del cabello, dolores de cabeza, problemas de sueño, desórdenes alimenticios (anorexia y bulimia), y tristeza recurrente con bajas defensas (depresión), entre otros. Recuerden que son cuatro psicológicas contra una fisiológica, aunque los problemas fisiológicos sean muy notorios. Un niño o un joven crónicamente insatisfecho en amor y poder, podría elegir suicidarse, mientras otro podría deprimirse para pedir ayuda sin ser obvio (sin expresarlo con palabras).


Hay actividades muy importantes para un óptimo desarrollo de los niños y jóvenes, las cuales recomiendo poner en la balanza antes de priorizar el uso de teléfonos y tabletas inteligentes:


  • 1-3 años: Jugar con texturas, colores y objetos de diversos tamaños sin que sean peligrosos para el niño. Por ejemplo, jugar en un balde con espaguetis, arroz, o fríjoles donde pueda tocarlos, saborearlos, olerlos y jugar con ellos, al igual que ver y tocar libritos con texturas.

  • 1-3 años: Gatear, voltearse solo, estar en posición boca abajo un rato tratando de darse vuelta y fortaleciendo la columna, y caminar de manera que no se vaya a pegar contra esquinas o bordes peligrosos.

  • 3-6 años: Leerle cuentos gráficos con pocas oraciones sencillas, realizar retos de coordinación física (escalar algo sencillo, subir escaleras, trepar, agarrar un balón en movimiento, saltar cuerda, etc.), treparse a un árbol pequeño, montar bicicleta, patinar y empezar a jugar deportes con retos para la edad (nadar debajo de agua y en estilo libre, encestar y driblar, juego del sapo, manejo del balón con ambos pies).

  • 3-6 años: Leer y escribir las letras del abecedario tanto en mayúscula como en minúscula, y después leer y comprender visualmente una o más palabras por cada letra. Aquí es importante primero ver el objeto real y repetir el nombre varias veces, después una foto o una imagen del mismo y repetir el nombre, después solo la letra y repetir el nombre, y por último la palabra escrita y repetir el nombre. Una vez que haya conectado el objeto, la imagen, la letra y el código escrito con la forma de decirla, ya podría escribir la palabra. Todo esto se puede hacer con números también del 1 al 10 y de 10 en 10 con barras que representen unidades y de 10, contando, sumando, escribiendo.

  • 6-9 años: Las actividades más importantes en entre grupo de edad para el desarrollo físico son de coordinación entre la visión, la audición y la motricidad. Por ejemplo, realizar deportes, escalar árboles, jugar concéntrese o juegos que requieran memoria visual, jugar tic-tac-toe, saltar laso, montar bicicleta, mantener el equilibrio encima de una barra, y jugar ajedrez para ir desarrollando jugadas mentales, entre otras. Importante recordar que el desarrollo físico cataliza el desarrollo intelectual, cognitivo.

  • 9-13 años: En estas edades, es importante competir con las pantallas de dispositivos electrónicos con actividades suficientemente atractivas y que también les ayuda a desarrollarse adecuadamente. Por ejemplo, el deporte de desempeño mayor con una frecuencia de 2 a 4 días por semana (natación, nado sincronizado, water polo, equitación, y otros terrestres como futbol, baloncesto, voleibol, atletismo, gimnasia), ajedrez con mayor grado de dificultad, robótica, instrumento musical (piano/organeta, violín, guitarra - ayudan a la coordinación visual-auditiva-motriz y a la expresión artística), y escribir a mano con caligrafía legible, ya que el uso excesivo de tabletas y computadores podrían llevar a deteriorar su fuerza para escribir y su .

  • 13-17 años: Las ondas de alta frecuencia de los teléfonos y relojes celulares inteligentes generan cambios en el electroencefalograma y el uso prolongado y crónico cerca del cerebro puede afectar a una cantidad significativa de niños y jóvenes, generando asuntos de sueño y atención, malformación celular, cansancio y otros más delicados. Por eso es mejor hablar por celular al menos 2 metros de niños y jóvenes. Si anteriormente se ha establecido el adecuado desarrollo físico, aquí será menos complejo que continúen en sus rutinas deportivas,  científicas, y de otra , ojalá en un nivel mayor de especialización e intensidad. En otro artículo trataré con mayor detalle los asuntos de desarrollo físico y mental en estas edades. Aquí lo importante es patrocinar, promover y modelar la salud física y mental manteniendo una relación cercana, no coercitiva y no invasiva.


Tecnología


Por tecnología me refiero a dispositivos computacionales, tales como tabletas, celulares, relojes inteligentes, televisores inteligentes, computadores portátiles y de escritorio, y consolas de juegos, entre otros. Todos ellos tienen un sistema operativo que maneja circuitos internos para interactuar con el usuario y eso los vuelve aparentemente inteligentes.


Algunos de esos dispositivos tienen tecnología celular incorporada como los teléfonos y relojes inteligentes, los cuales emiten radiación electromagnética en forma de ondas de alta frecuencia en el orden de los gigahertz (GHz). Esos dispositivos emiten mayor intensidad cuando la persona habla y cada ciertos minutos cuando no se está hablando para comunicarse con la antena más cercana y recibir información de su operador. Dichas emisiones pueden ser nocivas para ciertas personas y, por estudios principalmente europeos, más aún en niños y jóvenes en edad de crecimiento.


En mis casi 40 años en educación, he conocido varios casos de estudiantes que han tenido problemas de salud física al ser expuestos frecuentemente a ondas de alta frecuencia (celulares) y campo magnético en el cuarto donde duermen. Incluso, conocí de cerca a una estudiante de Sexto Grado que desafortunadamente falleció de cáncer por exposición continua a campo magnético emitido por un transformador externo al apartamento pero cercano a su habitación. Lo recomendado es que donde dormimos no pase de 25 nT (nanoteslas) en cualquier dirección, usando un medidor especializado. Lo importante es que 2 metros a la redonda de la cama del bebé, niño o joven, no hayan adaptadores de corriente de dispositivos electrónicos (iPad, celular, radioreloj, televisor, computador), transformadores eléctricos o líneas de mediana o alta tensión (voltaje) cerca al apartamento, o equipos eléctricos conectados detrás de la pared cerca de la cama.


El uso de celulares (teléfonos o relojes inteligentes con tecnología celular) ha generado aspectos positivos en la consecución rápida de información y consecuencias no intencionadas nocivas para la salud física y mental de los jóvenes. En mi adolescencia, buscaba información en los tomos de la enciclopedia que mis padres compraban volumen a volumen a través de los años, como la Enciclopedia Británica o Collier. Hoy día, esa información y en diversas versiones y sabores está al alcance de un clic, lo cual ha ayudado a resolver problemas más rápidamente y a transformar el rol de los profesores y padres, más como orientadores y facilitadores en el desarrollo del pensamiento y las habilidades de usar el conocimiento. Sin embargo, también ha generado que los jóvenes no se acuerden cómo ordenar palabras alfabéticamente para una bibliografía, sean impacientes porque esperan todo rápido, tienen problemas al realizar cálculos matemáticos manual o mentalmente, desarrollan asuntos visuales por sobreexposición a pantallas, generan problemas de relaciones más fácilmente con el uso de redes sociales, y desarrollan asuntos emocionales y de salud mental.


Sobre el uso de celulares (teléfonos inteligentes) y redes sociales, mi recomendaciones son las siguientes, basado en mi experiencia con tecnología, como educador de más de 37 años y con base en investigaciones, como la de Jonathan Haidt (The Anxious Generation: How the Great Rewiring of Childhood is Causing an Epidemic of Mental Illness):


  • Restringir el uso de un teléfono inteligente (celular) y acceso a redes sociales hasta que haya cumplido 15 años de edad, generalmente en 9º grado en un colegio bilingüe. Normalmente, a los 15 años, a veces posteriormente, el lóbulo prefrontal del cerebro tiene un segundo crecimiento importante que es clave para la madurez del joven, permitiéndole distinguir más claramente entre lo bueno y lo malo, la efectividad de su comportamiento frente a las necesidades de los demás, prever consecuencias futuras de su comportamiento y de las situaciones, y planear más efectivamente. Antes de los 15 años, el joven no tiene normalmente el desarrollo biológico que le permita gestionar un dispositivo y unas redes sociales de manera adecuada y madura. Adicionalmente, lo protegerá contra ondas de alta frecuencia posiblemente nocivas para su salud.

  • Restringir el uso de teléfonos y relojes inteligentes (tecnología celular) en los colegios por parte de estudiantes y adultos. Esos dispositivos generan problemas de atención, aprendizaje y relaciones interpersonales cara a cara. Podrían utilizarse por parte de adultos siempre que los pongan en modo avión y se conecten por la red WiFi para comunicaciones escolares y otros menesteres. De esta manera, también evitaríamos una nube electromagnética por ondas de alta frecuencia posiblemente nociva para los estudiantes y adultos.

  • Usar la tableta (iPad y otros) solo para juegos didácticos y actividades escolares pedagógicamente controladas en niños de 4 a 11 años. Es importante aquí promover la caligrafía (escritura a mano en papel y en ocasiones en la tableta para trazado), usar la tableta para desarrollar proyectos complejos y/o colaborativos que no se puedan realizar en papel o cuaderno (videos, Keynote/PowerPoint, robótica, libros colaborativos, etc.), entre otros. No recomiendo utilizar la tableta o el celular para entretener al niño o joven mientras que están en un restaurante, una visita o un evento. Los niños necesitan, no quieren, desarrollar el uso de su visión, audición y motricidad en el mundo real. En el restaurante o el evento de adultos, podrían utilizar juegos en papel y crayolas tal como he explicado anteriormente, o simplemente que participen en conversaciones interesantes para ellos.

  • Promover juegos y actividades en el mundo real para niños y jóvenes entre 3 y 14 años. Esto incluye desde actividades predeportivas hasta clubes de robótica y actividades de alto desempeño deportivo, artístico, científico y matemático. Hasta los 14 años es clave desarrollar su habilidad de coordinación visual-motriz-auditiva (subirse a un árbol, montar bicicleta, patinar, jugar deporte, etc.). Los jóvenes de 8 a 14 años necesitan relacionarse adecuadamente, mover sus cuerpos estratégicamente, comer saludablemente y dormir entre 7 y 8 horas, aunque quieran celulares, fiestas, bebidas alcohólicas y otras cosas.


Gracias por leer y estudiar estas ideas del Colegio Rochester y de mi experiencia personal.


Bibliografía

Haidt, J., 2024. The Anxious Generation: How the Great Rewiring of Childhood Is Causing an Epidemic of Mental Illness. Peguin Press.

131 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


_MG_6168-Recovered-(1).jpg

Solicita Admisión

Inspirar e educar os alunos para que assumam o controlo das suas vidas com o mundo em mente. 

bottom of page